Director
de cine, actor y escritor ruso ( 1932-1986).
Se
lo reconoce como uno de los más importantes e influyentes autores del cine ruso
en tiempos de la Unión Soviética y uno de los más grandes de la historia del
cine.
“La imagen como observación… ¿Quién no
volvería a pensar aquí en la poesía japonesa?
Me
entusiasma en ella su modo radical de prescindir incluso de la alusión más
velada a su verdadero sentido imaginario, que debe ser descifrado
paulatinamente, como en una charada. El haiku “cultiva” sus imágenes de un modo
que no significan nada fuera de sí y a la vez significan tanto que es imposible
percibir su sentido último. Es decir, una imagen es tanto más fiel a su destino
cuanto menos se puede condensar en una fórmula conceptual, especulativa. El
lector de un haiku tiene que perderse en él, como en la naturaleza, tiene que
dejarse caer en él, perderse en sus profundidades como en un cosmos, donde
tampoco hay un arriba y un abajo. Como ejemplo sirva este haiku de Basho:
Un viejo estanque
Una
rana saltó al agua
Chapoteó
en el silencio.
Ó
éste:
Para
los tejados se cortaron juncos.
En
cañas olvidadas
se
esparce la nieve suave.
O
éste otro:
¿De
dónde esa pereza?
Hoy
casi no han podido despertarme…
Suena
la lluvia de primavera.
¡Qué
sencillez y precisión en la observación!
¡Qué
pensamiento más disciplinado y qué capacidad imaginativa más selecta! Estos
versos son bellísimos por el carácter irrepetible del momento que en ellos se
capta, un momento que cae en la eternidad.
Con
sólo tres puntos de observación, los poetas japoneses fueron capaces de
expresar su relación con la realidad. No la observaron simplemente, sino que
sin prisas y sin vanidades buscaron su sentido eterno. Y cuanto más precisa es
esa observación, más única es también. Y cuanto más única es, más próxima se
encuentra a la imagen. Dostoievski comentó en cierta ocasión que la vida es
mucho más fantástica de lo que uno puede imaginarse…”
Extraído
de: Esculpir en el tiempo. Andrei Tarcovski
No
es muy conocido que Tarkovski, cuyas películas parecen estar compuestas a veces
por un montaje de fotografías estáticas, se dedicó durante algún tiempo,
efectivamente, a tomar fotos con una Polaroid. Estas fotos, a pesar de sus
imperfecciones técnicas, atestiguan la misma forma de mirar y el mismo mundo
visual de sus grandes films.
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